MI AFICION POR NANCY
Mi afición por nancy comenzó cuando yo era muy pequeña, allá por finales de los 70, que es cuando después de mucho esperarla, me llegó por mi cumpleaños una preciosa nancy articulada pelirroja de ojos azules vestida con el picadilly. Fue mi inseparable compañera de juegos, hasta que empecé a ser una adolescente y dejé de lado las muñecas.
Hace dos años me interesé por mis juguetes antiguos y en especial por mi nancy de antaño, cual no sería mi disgusto que entre cambio y cambio de casas la misma se había perdido, me invadió una profunda tristeza e intenté conseguir una por internet. Cual no sería mi sorpresa, al ver el mundo de coleccionismo de nancy que se abría ante mí, totalmente desconocido y que gracias al blog de mi amiga Karmeta y con la inestimable ayuda de mi Anamami, me volqué de lleno de aprender las diferentes épocas de nuestra querida keka y cómo repararla, hacerle fotografías....... sin ellas no hubiera llegado hasta donde estoy. Muchísimas gracias. También en el camino, he ido conociendo a maravillosas amigas que comparten conmigo la misma afición, no quiero nombrarlas porque seguro que me dejaría alguna y todas están en mi corazón.
miércoles, 26 de octubre de 2011
FELIZ HALLOWEEN!!!!!!!!
(Conjunto creación propia que puedes visitar en mi tienda).
Hola Nina ya te lo he escrito en el bar,
ResponderEliminarme encanta tu viuda y con ea cara angelical y esos ojos con ese azul tan impactante, encuentra otro, eso fijo.
Me han encantado las fotos y el modelito, monísimo.
Besitos.
Mariajo
Me han encantado las fotos.......Que elegante la nena.....Un gran saludo.Dilu.
ResponderEliminarHola Nina: El traje es genial y le sienta de maravilla, las fotos de lujo, la de la mansión, la de las calabazas... a cuál mejor.
ResponderEliminarSaludos.
Hola Nina,
ResponderEliminarEl atuendo es fabuloso! Y la historia fantástica! Y las imágenes, súper!
Felicidades, es una magnífica entrada!
Saludos desde Holanda.
Dilu, Arien, Julieta, gracias mil por vuestros comentarios y visitar mi blog.
ResponderEliminarUn abrazo a los tres,
Nina